La carbonera de San Gregorio
La carbonera es el proceso en el que una pila de leña cubierta de tierra y preparada en forma de horno, se le prende fuego. Mediante una lenta combustión y con apenas oxígeno se “cuece” la leña transformándose en carbón vegetal. Antiguamente se utilizaba para braseros y ferrerías. Actualmente se utiliza para asadores y barbacoas.
Hasta mediados del siglo pasado fue un oficio habitual en los valles del Pirineo Navarro, y en las sierras de Urbasa y Andía. Es a partir de la primavera cuando se montaban las carboneras aprovechando el buen tiempo del verano. Durante el otoño e invierno, los carboneros trabajaban cortando y preparando la leña.
El color del humo y la tierra quemada indicaban el momento en el que se había producido la cocción. Luego, tras dejarlo enfriar varios días, llegaba el trabajo de desmontaje y recuperar los troncos de leña, convertidos ya en carbón vegetal. El secreto de los carboneros era el hacer que la leña cueza en vez de arder, ya que de lo contrario solo se obtendrían cenizas.
Cualquier madera es apta para elaborar carbón no obstante la mejor es la de encina. La de haya es más floja que la anterior y la peor es la de roble.
El carbón vegetal fue el elemento necesario que permitió al hombre entrar en la edad del hierro, ya que se necesitaban temperaturas muy elevadas para la fundición de este metal. A partir de entonces las fundiciones fueron evolucionando hasta que en la Inglaterra del siglo XVIII comenzó a utilizarse carbón mineral de Coque, como alternativa al carbón vegetal. Actualmente Extremadura es el único lugar de España que elabora carbón vegetal de forma importante.